Feliz día amigas y amigos. Bienvenidos a este espacio
de crecimiento y desarrollo personal. Es un gusto acompañarlos una vez más. Hoy
precisamente deseo abordar un tema que sin lugar a dudas, tiene una
trascendencia en nuestras vidas.
Esta frase con la cual se titula este artículo es de San
Pablo. Es tan impactante, total y profundamente, que ya forma parte de mi ser.
Cuando analizamos en detalle esa poderosa expresión, nos
encontramos que como seres humanos debemos ir cada día hacia ese objetivo muy
preciso, pero que transformará grandiosamente nuestra existencia.
Estamos hablando de palabras tan singulares como
renovación y transformación, las cuales implican cambios de actitud, en la
manera de pensar y de actuar. Es un cambio en la filosofía de vida.
No podemos seguir siendo los mismos toda la vida.
Continuamente debemos renovarnos como individuos, apuntar a ser mejores seres
que impacten poderosamente el entorno en el que se desenvuelven.
Debemos comenzar a sembrar nuevas semillas en tierra
fértil para que crezcan y den frutos de calidad. Convertirnos en agricultores.
Creo más bien que ya lo somos y no nos hemos dado cuenta. Cada vivencia de
nuestra vida corresponde a una semilla sembrada en el pasado que hoy nos da los
frutos que estamos viendo en los resultados que tenemos.
¿Qué podemos hacer
si no estamos complacidos con esos resultados? Debemos actuar como lo hace el agricultor que labra la
tierra. Preparemos el terreno, removamos la maleza acumulada, quitemos piedras
y otros residuos que encontremos en esa tierra, sigamos removiendo y quitando
lo que pueda perjudicarla, abonemos ese espacio y convertirlo en apto
para la siembra de la semilla que queremos se dé luego de un tiempo.
¿Qué quiero decir con esto? La tierra es tu mente, la
maleza, las piedras y otros residuos simbolizan las creencias limitantes que
debemos revisar, las cuales obstaculizarán el crecimiento de la semilla (lo
nuevo para tu vida).
Preparemos nuestra
mente eliminando todo aquello que ya no sea beneficioso para nosotros y esto
incluye también, actitudes negativas, vicios, entornos de amistades
perjudiciales, familiares tóxicos, programas de TV conflictivos, noticieros
amarillistas, vocabulario y expresiones propias inadecuadas, jergas populares
irrespetuosas que el común expresa y denotan una educación incompleta.
Plantemos en el terreno fértil de nuestra mente, nuevas
semillas, pero de prosperidad, bendiciones, abundancia, éxito, bienestar,
nuevas expresiones, palabras motivadoras y de sabiduría, nuevas actitudes, un
refinamiento total y rotundo en la manera de pensar y de actuar. Una filosofía
totalmente nueva para abordar una vida distinta con un enfoque novedoso.
Aprovechemos este tiempo que vive el mundo para una
renovación total, una revisión de lo que es nuestra vida. Miremos cuántas cosas
han pasado en esta tierra, producto de la actitud del ser humano. No podemos
seguir siendo el mismo una vez culmine este acontecimiento que hoy se vive,
circunstancial por su puesto, porque esto pasará y cuando pase no podremos
seguir actuando de la misma manera.
Las sociedades deben avanzar hacia el desarrollo personal,
porque sólo un ser completamente educado, formado y transformado, llevará los
cambios que los países requieren para su mejor funcionamiento. Ya no podemos
seguir siendo los mismos, primero debemos ser más, para luego hacer y tener
más.
Muchos están esperando que la economía cambie para estar
mejor, pero lo que debe cambiar antes, es nuestra filosofía, nuestra forma de
mirar el mundo.
¿Acaso debemos
depender que los gobernantes decidan hacer algo en la economía para que los
pueblos prosperen?
Hemos visto y en la
historia ya está demostrado, que los que gobiernan les interesa poco si los
ciudadanos están bien, porque teniendo las posibilidades de hacer mucho por sus
pueblos, NO lo hacen. ¿A sabiendas de esto tan sencillo, seguiremos dependiendo
de ellos para poder ser prósperos?
Si nuestra
filosofía cambia, encontraremos la forma de prosperar aún en medio de las
condiciones de nuestros países y nos irá exitosamente, porque el potencial que
existe dentro de ti, hallará formas posibles y geniales para alcanzar
abundancia, prosperidad y éxito.
Debemos convertirnos en personas modelo a seguir y esto
pasa por renovar nuestra mente. Para lograr dar los saltos que todos queremos
hacia un mejor bienestar, debemos impactar nuestra mente con nuevas ideas,
nuevos pensamientos, siguiendo a personas exitosas, llenarnos de su sabiduría y
experiencia, invertir en formación, capacitación y desarrollo personal, lectura
de libros, lectura de la palabra, conexión con Dios el creador de todo cuanto
existe en este universo, ir a esa fuente y extender los brazos para recibir y
ser receptivos a todo lo bueno que de Él emana.
Somos transformados por la renovación de nuestra mente. En
efecto, ya no seremos los mismos cuando empecemos a avanzar hacia este
objetivo.
Por eso hoy te digo que puedes ser un ser extraordinario,
ya no puedes seguir siendo el mismo, debes procurar elevar tu ser hacia los
siguientes niveles, porque encontrarás nuevos tesoros en forma de mejores
senderos de bienestar y calidad de vida.
Comienza hoy, no lo postergues más, es la decisión más
importante de tu vida. Es precisamente la de renovarte como el ave fénix para
que impactes poderosamente la vida de tus hijos, esposa, esposo, tus padres,
hermanos, tu familia y entorno social. Ser una vela que lleve luz a otros
seres. El reto es contigo mismo. No hay competencia con más nadie, solo
contigo.
Ha sido un verdadero gusto dirigirme a ustedes y compartir
estás reflexiones de la vida para la transformación y renovación personal.
Saludos desde Venezuela
Su buen amigo César Russián